Las mejores personas
¿Cómo va su verano? Me tomé unos días libres en junio, pero ya estoy de vuelta al trabajo y disponible para proyectos en julio y agosto. Si necesita ayuda, no dude en ponerse en contacto conmigo; aún tengo espacio para más trabajo.
Durante mi tiempo libre, reflexioné sobre mi proceso de trabajo. No es nada extraordinario, pero siempre ha producido resultados satisfactorios, tal y como expresan los clientes satisfechos. Estos comentarios me llenan de alegría.
Cuando recibo un trabajo de traducción o subtitulación, sigo estos pasos:
- Leo detenidamente el texto o veo el vídeo completo para captar el tono general.
- Identifico los términos que requieren más investigación y las frases idiomáticas, comprobando si hay equivalentes adecuados en portugués o encontrando traducciones interesantes cuando no existen.
- Analizo detenidamente las instrucciones del cliente y pido aclaraciones si es necesario.
- Una vez tengo toda la información necesaria, comienzo el trabajo. Dos aspectos clave a destacar aquí:
o Tiempo: prefiero empezar pronto para evitar las prisas por cumplir los plazos. Los proyectos complejos requieren plazos razonables.
o Creatividad: Me sumerjo en el texto original, comprendo su significado y trato de transmitir el mismo mensaje en portugués que si estuviera escrito originalmente en ese idioma. - Una vez terminada la traducción, la leo en voz alta para asegurarme de que las frases suenen naturales y no imiten la estructura del texto original. Este paso me ayuda a calibrar el ritmo del texto y a dividir las frases largas en otras más pequeñas y legibles.
- A continuación, hago una segunda lectura, comparando el texto traducido con el material de partida. Por último, lo dejo reposar unas horas, idealmente toda la noche, antes de hacer una revisión final y entregarlo al cliente.
Este es mi método, que aplico sistemáticamente a cada trabajo. Puede llevar tiempo, pero me da la seguridad de que lo he hecho lo mejor posible.
Aunque me apasiona encontrar la palabra perfecta, hay ocasiones en las que unos días después se me ocurre una expresión aún más adecuada para un contexto específico.
Los comentarios de los clientes, aunque sean informales, son una enorme fuente de estímulo. Me considero una privilegiada por trabajar con los mejores clientes del mundo. El universo ha sido generoso y ha puesto a gente buena en mi camino.