Maratón de traducción
En la publicación anterior, sobre el tema del voluntariado, hablé de la necesidad, en un contexto de emergencia, de mantener la concentración, la serenidad y trabajar hasta el límite del agotamiento.
Bueno, hay momentos así en el día a día de la vida profesional.
Esto, que les voy a contar, fue una verdadera carrera contra el tiempo y terminó con las dos personas involucradas en la traducción, yo y un colega incansable, completamente exhaustas. Lo explicaré.
En las licitaciones hay várias etapas de análisis de los procesos y, a medida que la entidad analiza los documentos presentados, los proveedores pasan a la siguiente etapa o son excluidos.
En el caso de concursos internacionales, el proceso puede resultar bastante complejo para una empresa extranjera, por lo de las TRADUCCIONES. A priori se define cuáles son los documentos que se deben certificar, pero esta solicitud puede darse durante una de las fases de selección de los competidores, si no se ha hecho antes. Cuando esto sucede, se interrumpe el proceso de análisis y se le da la empresa un plazo para presentar lo solicitado.
En esta situación concreta, ya se habían superado varios pasos, la empresa se posicionó en primer lugar, con toda la documentación aprobada y la mejor oferta al nível de precio, pero… la entidad decide dar un plazo de 48 horas, para que la empresa presentase personalmente (a 700 km) la TRADUCCIÓN CERTIFICADA, por un abogado, de un documento contable enorme (3 años de cuentas y reportes) y con el APOSTILLA DE LA HAYA!
Incluso aquellos que no traducen y no están al tanto de este tema, entenderán que ese fue el momento en que pensamos que humanamente era imposible tener éxito en esta misión. Solo para la Apostilla de la Haya, el Tribunal necesita 48 horas. Antes de eso, tendríamos que traducir, acudir al abogado para certificar cientos de páginas e ir al Juzgado a solicitar la Apostilla. Por no hablar de la entrega de documentos, en mano, en un destino a 700 km.
Con mucho enfoque, mucho control, mucha diplomacia con todos los que tuvieron que intervenir en este proceso burocrático y sobrepasar plazos y burocracias, logramos hacerlo.
Lo cierto es que, gracias al trabajo de todo un equipo y gracias a un esfuerzo sobrehumano en este momento crítico de la traducción, la empresa ganó un proyecto de 1 millón de euros.
¿Quiere saber más sobre traducciones certificadas? ¿Quieres saber qué es el Convenio de La Haya sobre Apostilla?
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